martes, 16 de abril de 2013


Los besos son una fuente de bacterias…


Con el beso se pueden transmitir las bacterias que favorecen la aparición de caries, como el Streptococcus mutans.

El mayor reservorio del cual los bebés adquieren este microbio cariogénico es de sus padres, a través del contacto boca a boca. Antes de la aparición del primer diente, la mitad de los niños de 6 meses tiene como huésped a este estreptococo en su boca, y al año cumplido ya han desarrollado una colonia considerable.

El contagio se puede demorar si los padres llevan una correcta higiene bucal. Entre adultos sucede algo similar. Los besos íntimos aumentan el riesgo de padecer caries.

PERO SON BENEFICIOSOS PARA LA SALUD

Sin embargo, no todo es negativo. Un beso apasionado, según investigaciones cientificas, aporta valiosos beneficios para la salud. En una boca saludable, la saliva contiene sustancias que combaten las bacterias, virus y hongos. Un beso aumenta el flujo de la saliva, que ayuda a mantener la boca, dientes y encías saludables.
Alrededor del 80% de las bacterias en la saliva son comunes a todo el mundo y el 20% son exclusivas de cada persona. El intercambio de saliva en el beso estimula su sistema inmunológico a crear anticuerpos frente a los “extranjeros” de bacterias, un proceso denominado inmunoterapia transversal que le ayuda a combatir la infección.

LOS BESOS COMBATEN LA CARIES

Besar estimula el flujo de la saliva, que a su vez neutraliza los ácidos, remineraliza dientes y vuelca fuera las partículas de alimentos. La caries se forman cuando las bacterias de la placa dental permanecen por mucho tiempo en la superficie de los dientes en contacto con azúcares y almidones de los alimentos, provocando así la creación de ácidos que pueden dañar el esmalte de los dientes.

Por otro lado, la sequedad de boca, que es más común a medida que envejecemos, aumentan el riesgo de caries.


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